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miércoles, 14 de marzo de 2012

Cosas de Lidia


En Lidia; como todos sabéis, parte de la actual Turquía, vivía por el
700 a.C. el rey Mirsilo, descendiente de Heracles, mas conocido por los
Disneyfilos como Hércules.
Mirsilo presumió de la belleza de su esposa ante Gijes y para demostrarle que era cierto lo que relataba hizo que Gijes se escondiera en los aposentos de la reina con el fin de que disfrutara de la contemplación de la monarca en pelotas.
La reina vió a Gijes y harta de ese amor por el voyerismo de su esposo, llamó al día siguiente a Gijes y le dijo que tenía dos opciones:O moría el hombre que había planeado el visionado o el hombre que la había visto desnuda sin tener derecho a hacerlo. Gijes ante la opción de matar a Mirsilo y casarse con la buenorra para gobernar o ser ajusticiado por la guardia real dudó. ¿Tu dudarías? Pues el si dudó, y tras unos instantes en que no pudo articular palabra por su sorpresa, rechazó la oferta de la reina. Al final, como la bella insistió, le dio matarile a su señor esposo destituyendo la dinastía Heraclida e instituyendo en el mismo viaje la dinastía Mermnada.
Los lidios se mosquearon por el regicidio pero Gijes los convenció para que escucharan lo que tenía que decir el Oráculo de Delfos. El Oráculo se pronunció a favor de Gijes. Tal vez influyera en el fallo el que fuera untada de oro y plata, cual concejal de urbanismo en territorio levantino, la Sacerdotisa de Delfos.
Dicha sacerdotisa comentó que con lo que le habían pagado de momento todo iba a ir bien pero que cuando llegara la quinta generación “Ciao, suerte” la dinastía desaparecería.
Esta historia fue reelaborada por Platón en en el libro II de La república que narra la historia de Giges, un pastor que tras una tormenta y un terremoto encontró, en el fondo de un abismo, un caballo de bronce con un cuerpo sin vida en su interior. Este cuerpo tenía un anillo de oro y el pastor decidió quedarse con él. Lo que no sabía Giges es que era un anillo mágico, que cuando le daba la vuelta, le volvía invisible. En cuanto hubo comprobado estas propiedades del anillo, Giges lo usó para seducir a la reina y, con ayuda del ella, matar al rey, para apoderarse de su reino. Platón cuenta que este anillo desencadena tal ansía de poder que le lleva a abandonar cualquier regla moral. ¡Caramba que coincidencia!esto me del anillo me suena mucho ¿no?