Hoy he vivido un episodio desagradable que desgraciadamente se repite con demasiada facilidad. Fui a comprar a un supermercado, llamémosle Metadona, y a la hora de pagar vi una cesta de compra sola en la cola, dos opciones ofrecía dicha situación, a saber:
A: El Hombre Invisible hace la compra en mi supermercado de confianza.
B: Alguien había dejado el mojón para proclamar a modo de testigo mudo que estaba antes en la fila sin, por supuesto, estarlo.
Como la cola había trascurrido tranquila y el mojón seguía delante mío, decidí colocar mi compra en la cinta transportadora, pues ya me tocaba. De repente oigo una voz varonil diciendo:
Voz varonil: Perdona yo estaba aquí
Voz chichinavezca de Cuallis: No lo creo, te habría visto
Voz varonil: Es que he ido a por un cartón de leche así que déjame pasar.
Ahora es cuando yo le digo con voz chulesca: "Lo siento, caballero, así no se hace una cola" y sigo con mi tarea de colocar la compra en la cinta trasportadora.
Un filósofo me enseño un día que el mundo se divide en enrollaos y pringaillos. Por desgracia yo pertezco a la segunda categoría. Así que agaché mis orejas y me cambié de cola, eso si rumiando mi derrota a la vez que recordaba la máxima QUIEN SE FUE A SEVILLA PERDIÓ SU SILLA.
Desde aquí hago un solemne juramento, A DIOS PONGO POR TESTIGO QUE JAMÁS DEJARÉ QUE SE ME CUELEN UTILIZANDO EL MÉTODO DEL MOJÓN. Y os pido a los pringadillos del mundo que os unáis a mí en esta solemne cruzada contra el mojonero.
En bragas y camiseta
Hace 4 horas
1 comentario:
Por siempre siempre habrá personas como Morales o como yo, con la dichosa manía de hacer valer nuestros derechos, llevando incluso a nuestras amistades a buscar desesperadamente piedras bajo las que esconderse (por su manía de no protestar transigir, que conste), pero que a nosotros nos retroalimentan :-)
Espero francamente que complas tu promesa, porque cuanto más te cambias de cola, más mojoneros son los demás (algunos, al menos).
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