III carta de Christian a los Filibusteros

¡Acho!, el maestro me dice que soy un fracasao y que no se lo mal que está la enseñanza en España, que soy uno de los muchísimos tíos que abultan las cifras del fracaso escolar. Y a mí que me importa.
La verdad es que suspendo porque no me sale de los güevos pegar chapa y se que las cosas mejorarían en el instituto si la pandilla de macarras que estamos paseando libros hiciéraos algo, aunque bien pensado, no está tan mal la cosa, yo por lo menos me aburro menos aquí que en mi casa.. Además a mí que no me carguen el muerto, que yo estoy muy a gusto viniendo aquí a tocarme los güevos de lunes a viernes sin que me obliguen a trabajar.
Joder, que somos 32 en la clase y dicen los maestros que así es imposible dar clase. Menuda tontería, cuantos más seamos más nos divertiremos y gracias a que somos tantos hacemos lo que queremos. Estando la clase tan petá como está, a mi, al Pedu, a la Yeni, al Peloto y a la Melani nos tienen martirizados, nos rallan la cabeza con que trabajemos, nos callemos, no nos levantemos. ¡Hostia! que parece que estamos en la puta cárcel, que sería si la clase fuera de 20 tíos.
Además deberían de ponernos un sueldo, verías como así dejaríamos de hacer el gandul porque, tío, ¿por qué se mueve todo el mundo? Por las perras y nada más. Se lo dije así al Julandrón, el maestro de música, que no es para nada guay, y me dice el subnormal que los gastos desde que empecé en la escuela los están pagando él, mis padres y los padres de mis compañeros, a los que no les dejo estudiar y aprovechar las posibilidades que se les brindan, porque gente como yo estoy rascándome las bolas en la clase.
Yo sigo pensando que nos podrían dar una paga por ir al instituto, Joder, las perras que se gastan en regalarle los libros a mis hermanos chicos, bonolibro o algo así le llaman, que se las gasten en pagarnos a nosotros, así tendría perras para el botellón y para comprar costo al Chustas.
Coño, el otro día, en tutoría, contó el empollón del Mateo que Finlandia es el primer país del mundo en calidad de enseñanza y que en la clase hay como mucho 15 pavos, menos mal que no se les ha ocurrido hacer esto en España porque si no como íbamos a escurrir el bulto.