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sábado, 23 de febrero de 2008

Toribio



No podría mantener este blog si no relatara una de las historias que se pasan de boca a oído en mi familia y que hace las delicias de niños y mayores entre mis amigos

Para que nadie se lleve las manos a la cabeza después de leer esto voy a describir la sensación que da este señor:

Toribio es un señor cuya profesión es la de vendedor de la ONCE. Psíquicamente podríamos decir que es una persona de muy buen humor. Físicamente podríamos decir sin temor a equivocarnos que es muy feo. Es contrahecho y posée un rostro de belleza disipada, cubista, podría decir más aún, barroca. Esta contrahechura junto con su buen humor le ha proporcionado ese trabajo.

Paso al relato épico solo comparable a la Orestiada , la Odisea y La Iliada , eso si, no al Cantar de Roldán, pues los franceses siempre me han dado un poco de reparo.

Toribio iba en su coche junto con un colega suyo que tenía las piernas de la rana Gustavo, vamos de trapo, vendedor de cupones, a la sazón, en el pueblo vecino. Es presumible, dado su carácter jovial, que fueran un poco achispados tras unas invitaciones en cualquiera de los muchos bares con tapas de cierta localidad de cuyo nombre no quiero acordarme. Toribio llevaba a su amigo a su domicilio cuando, ¡Oh, funesto destino!, un camión se les puso delante ante lo cual no pudieron hacer otra cosa que chocar. Los dos amigotes salen del coche cada uno como puede. Imagínense el panorama. Salen del coche los dos compadres.Uno, jorobado, feo como un demonio y un poco errabundo en parte por el choque, en parte por su achispamiento, en parte, porqué no decirlo, por su propio ser. El otro arrastrándose por el suelo ya que no había tenido tiempo de recoger sus muletas y blanco como el papel.

Ante ese espectáculo dantesco el infeliz camionero pensaba que le había llegado su némesis y que tendría que poner a su prole a vender pañuelos en las estaciones de servicio de la nacional II para sufragarse un psicólogo que le lograra hacer olvidar esa imagen.

Llegados a ese momento es aquí donde se ve el valor sin par de este héroe anónimo, o no tan anónimo, pues sabemos que se llama Toribio. Toribio que es de naturaleza sagaz cual raposa se pone en los ojos del infeliz camionero y comprendiendo la situación emite esta frase antológica "TRANQUILO MAESTRO, ES QUE SOMOS ASÍ"

viernes, 15 de febrero de 2008

Un héroe en casa


No me pregunten por qué pero el otro día vi una película entitulada "Un heroe en casa" en la cual un joven soldado americano de los pies a la cabeza vuelve de Afganistán por navidad (como el almendro aunque en esté caso debería de decir el almendrón) para conocer a una típica chica americana, de las de mazorca en astillero, puesto en aserradero antiguo, dieta mediterránea flaca y todoterreno corredor. Ella no tiene mas pecado que el estar comprometida a un señor que trabaja en una compañía importadora de vinos franceses y que está enamorado de Europa. Un chisgarabís que a la familia de la ternasca muchachuela le repugna por su amor a todos los principios no americanos. El joven soldado quintaesencia del americanito medio logra de manera honesta el conquistar a la Rose Mary de turno dejando al denostado europeísta con 2 palmos de narices.
Ahora se me presenta el dilema:
El venado americano me es simpático por su apostura, gallardía y nobleza de principios. Por todas esta razones quieres que conquiste a la señorita Turkeyforthanksgiven. Por otro lado me queda el resquemor de saber que yo sería el petimetre, que realmente al que comprendo y entiendo es al relamido caballerete que se va con sus modales y su botellita de vino con el rabo entre las piernas, como no podría ser de otra forma.
¿Que hacer?, ¿amar el american way of life y sucumbir ante la verdad o rebelarte ante la injusticia?
Lo decidiré después de pensar en si prefiero para la cena sangría o coca-cola.

miércoles, 13 de febrero de 2008

El Lunes negro murciano

Hace unos lunes iba con mi bici al salir del ensayo pensando en la insoportable levedad del gregoriano cuando parado en un semáforo asistí atónito a la siguiente escena:
-Personaje principal: joven engominado con cresta a la moda que preludia su naturaleza de gallito peleón, ropa de marca combinada con esa elegancia que sólo puede conseguirse en círculos selectos de la construcción.
-Personajes secundarios:
BMW con lunas tintadas y maqueado a la última de la Central
Movil última generación Nokiaconnectingpeople
Oído sufriente, aunque no se si paciente, que posiblemente albergaba un sujeto de similares características al personaje principal.
Monólogo:
(Se oyen gritos furibundos en el escenario ) Eres tonto. Me has arruinado, te voy a matar.Me voy a quedar en la puta calle.Eres mas tonto que mis güe..... (a partir de aquí el actor principal entra en un bucle de ira que lo autoconsume).
Moraleja: quien a hierro mata a hierro muere. Lo que fácil vino fácil se fue. Mas vale humilde licenciatura que enorme pelotazo.