Crisis, what Crisis?

Antes de empezar y como he tenido toques de atención en mi trabajo he de decir que este blog es personal, aquí se vierten mis opiniones y cualquier persona que quede ofendida por lo aquí escrito no es bienvenida a este blog, se puede discrepar de lo que yo escriba, de hecho se debe discrepar pero no está permitido ofenderse. Ruego a toda persona ofendida por lo escrito aquí que deje inmediatamente de leer este blog o que se atenga a las consecuencias.
Hace unos días estaba hablando con Bismutín sobre el recorte a los funcionarios y él, dentro del espíritu de nuestra sociedad, me decía que ya estaba bien de quejarnos, que nosotros teníamos una plaza fija, plaza que parece que nos haya tocado en una tómbola a raíz de los comentarios vertidos por la sociedad. No voy a defender mi situación, si tan bien vivimos los funcionarios y sobre todo los profesores. A finales de Junio hay un concurso oposición, preséntense.
Lo que si voy a comentar es la causa de esta situación de crisis, no es una crisis económica, ni educativa, es una crisis social, si, social. Porque esta es la raíz del problema, lo que ha llevado al país a la actual situación. Una prensa que baila al son que le marca quien le paga. Unos políticos incompetentes y corruptos, a los que no les mueve el afán por servir al ciudadano sino el afán de poder.
Si no es por la crisis social no me cabe en la cabeza que con casi 5 millones de parado, el 20 % de la población en edad laboral, no se haya convocado hace muchos meses una huelga general.
Ayer me llamó a la huelga, para guardar las apariencias, un sindicalista al que cuando le pregunté ¿qué hizo cuando las cosas iban bien para evitar la inseguridad laboral, el trabajo en negro, las diversas tropelías de los empresarios?. Los sindicatos hace mucho tiempo que dejaron de representar a los trabajadores y de preocuparse por ellos.
Lanzo otra pregunta al aire ¿por qué han aceptado los 16 millones de euros que les han sido inyectados por parte del gobierno tan sólo unos días después de anunciar la bajada de las pensiones y los sueldos a los funcionarios, cuando afirman que pueden mantenerse con lo que obtienen de las cuotas de sus afiliados?
¿Y qué me dicen de la intervención del ministro de Fomento en La Noria, un programa de dudosa catadura moral, pero con gran audiencia. Si la sociedad española estuviera sana, simplemente sería insultante que uno de nuestros gobernantes acudiera a un programa de este pelaje para justificar las decisiones tomadas ¿Y la oposición? ¿Qué hace la oposición? Contribuir a que continúe el estado de cosas en el que nos encontramos.
Bismutín, durante todo este tiempo te han engañado, han engañado a nuestros padres y están engañando a nuestros hijos: abre los ojos. Te han hecho creer que vives en un estado del bienestar, pero ¿estás seguro? ¿Es esto un estado de bienestar? ¿Trabajar para mantener los privilegios de unos pocos mientras a ti te dan la limosna de unos servicios públicos de dudosa calidad? Te están estafando.
Te estafa el empresario al pagarte en negro diciéndote “esto es lo que hay, si quieres seguir trabajando calladito y a tragar” o bajándote la nómina porque si no compañeros tuyos se van a la calle sólo para que ellos mantengan sus beneficios. El problema es que te estafan a ti pero también me estafan a mi, que soy un funcionario que tiene que ir a la huelga a defender no solo mis derechos sino también los vuestros.
El grado de manipulación ideológica que se esconde tras esta crisis ha quedado patente al ver la nula reacción de la sociedad. Una sociedad anestesiada con prensa rosa, estatutos, agua para todos, futbol… Y todo esto gracias a la educación que se le está dando a la ciudadanía que permite que carezca de cualquier capacidad de hacer crítica o de pensar por sí misma y, por tanto, de actuar en consecuencia.
¿Quién no conoce el caso de gente parada que mientras cobra el subsidio no se moviliza buscando nuevo empleo o tratando de mejorar su situación social? Vivimos en una sociedad de la sopa boba, del palicos y cañicas, del pan para hoy y hambre para mañana, del Virgencita Virgencita que me quede como estoy. El problema es que con la crisis nos hemos quedado con el culo al aire.