Estaba el miércoles pasado feliz y contento en un centro comercial, todo iba bien en mi vida. Por fin me había decidido a comprarme una buena guía de Alemania que ya tiene delito que no lo hubiera hecho antes ya que la he visitado en siete ocasiones. Fui a
la FNAC, lugar en el que debería de tener una orden de alejamiento demandada por mi bolsillo. Allí, además de la citada guía, me había comprado un DVD que me había resultado esquivo, no
por no poderlo encontrar sino porque lo había sacado en tres ocasiones de la biblioteca para grabarlo y siempre me daba error. Por último me había comprado 3 CD bastante interesantes y a muy buen precio. Total, que estaba muy orgulloso de mis compras e iba a rematar la faena cenando una tabla de quesos y otras fruslerías cuando me encontré en el supermercado a un ser de color rosa, rostro aniñado, voz atiplada y modales melifluos que responde al nombre de Tintín Desprez.. Desde entonces todo se torció.
Este Golum de medio pelo se me adelantó en la cola de la charcutería
y cual anillo del poder pidió el último trozo de queso Brie al grito de “mi tesoro” y no contento con eso se burló del sucedáneo de angulas que llevaba en mi cesta ya que le hacía gracia que comprara un sucedáneo, claro como el niño de papa solo consume productos auténticos.
Esta furia del Averno me echó el gafe. Desde que lo vi nada fue igual, no sabía que comprar, los crespillos que compré estaban rancios y la elección de la cola del super fue un error.
Como me había echado el mal fario me coloqué en una cola en la que una pareja de inmigrantes Norteafricanos estaban jugando al Precio Justo. Tenían que hacer la compra de la casa con un determinado dinero pero ¡Ojo, sin pasarse!. No ganaron la cesta final y tuvieron que realizar 4 intentos dejando productos y cogiendo otros hasta lograr el precio justo.
Allí me tienes a mi viendo como el Gafe que llegó diez o quince minutos después que yo acababa antes pudiendo percibir su recochineo por mi errónea elección.
Si creen que todo había acabado cuando desapareció de mi vista están equivocados, el tío me había cargado de mala onda para un ratito más ya que a los dos segundos de llegar a mi casa se fue la luz de toda la manzana no pudiendo cenar en condiciones.
Por eso YO TE MALDIGO, TINTIN DESPREZ, HIJO DE HERGÉ DESPREZ Y QUE EL BRIE QUE COMPRES SE TE PASE DE CADUCIDAD POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.
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