Esta mañana he escuchado descalificara a Tontxu, un cantautor bilbaino, la canción del verano como concepto y a los músicos que se dedican a ello.Me resultó desagradable en su tiempo la crítica a Operación Triunfo por parte de músicos a los que en sus letras se les llena la boca de solidaridad, hermandad, amor camaradería. Estos músicos en cuanto vieron que sus habichuelas peligraban por la competencia se lanzaron a descarnar y destripar cual chacales a sus neófitos rivales con desprestigios a su calidad artística y a su madurez. De todos es sabido que no me gusta la OT ni mucha de la música que en la actualidad se exhibe en las emisoras pero puedo comprender que hay gustos para todos, de hecho se augura un próximo post sobre el gusto musical.
Es por esto que el comentario de Tontxu esta mañana me ha molestado por su intención de erigirse en un sumo pontífice de la música cuando es un músico del montón. Un músico que empezó trabajando en los 40 principales en su Bilbao natal. Los 40 como ya sabéis es como Radio Clásica o Radio 3, una radio que busca la calidad por encima de intereses discográficos o monetarios.
Tontxu, que se hizo “famoso”, no por sus melodías o letras sino por participar en Gran Hermano VIP 2 y llegando a ser finalista al explotar que esperaba una hija. Tontxu, que realiza todos los fines de semana en Onda Cero una canción donde exhibe una mediocridad apabullante tanto en sus ramplonas melodías y armonías como en sus demagógicas letras trufadas de buenrollismo sin sentido. Ese Tonxu se atreve a criticar a otros colegas que tratan de ganarse los cuartos con mayor o menor calidad pero que en muchos de los casos son más auténticos pues no camuflan su obra con un aura de artista incomprendido o solidario o rompedor de las normas cuando todos sabemos que se doblega a las exigencias del vil metal. El señor Dann, no Jean Calude Van sino Georgie, lo deja claro: “Hago música para que la gente se lo pase bien y baile y cante mucho, la calidad la dejo para el invierno donde como la buena hormiga me dedico a tocar Jazz con mi clarinete gracias al dinerito bien ganado durante el verano”.
Por eso digo que cuando seas Bach y mueras desconocido por el público podrás quejarte de la vida, pero nunca critiques a un colega porque está muy feo.
2 comentarios:
Amén Jesús. Escribes tan bien como reflexionas, amigo.
Me ruborizas con tus cumplidos y no te puedes imaginar lo que significa tu opinión para mi.
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