Ayer vi esta película y me pareció una sarta de vulgaridades y clichés sobre el mundo islámico pero sorprendentemente no podía parar de reír las chorradas de la película. Me parecía una solemne tontería cada cosa que pasaba pero no podía dejar de verla. Ahora entiendo la atracción de las moscas hacia la mierda.
No me preguntéis porqué la vi pero la vi y no me arrepiento de ello por lo menos no mas que de ver La mala educación de Almodóvar, bueno, no su mala educación sino su película. Baste saber que mi decisión vino por un cartel que vi modificado por un grafitero en Berlín.
La verdad es que Adam Sandler me produce sarpullidos como actor pero repito era una atracción que salía de las visceras no del intelecto. No entiendo lo que me ha pasado pero a veces el humor idiota funciona.
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