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jueves, 29 de mayo de 2008

Don Blas de Lezo I o como se forja un héroe


Hoy voy a hablar de Don Blas de Lezo y Olavarrieta, una figura de la historia tristemente olvidada y que se merece, si no más, tanta gloria por parte de este país de desagradecidos y envidiosos como Gonzalo Fernández de Córdoba, El Cano y otros mucho héroes de esta nuestra bendecida y castigada patria. Si Blas de Lezo en vez de haber nacido en Pasajes, pueblo de la provincia de Guipuzcoa, hubiera nacido en Yorksire, Horacio Nelson no tendría que soportar que le cagasen las palomas en Trafalgar Square pues sería él quien presidiría tan fausta plaza.
Don Blas era vasco, pero vasco-vasco de los de Bilbao ( a pesar de ser gupuzcoano), de los que cuando el resultado de un problema matemático les da infinito les parece poco, de los que cargan piedras de 100 como si de un chiquito de vino se tratase, de los que parten troncos con el canto de una mano, de esa estirpe de recios marinos norteños que tanta gloria han dado a su país, España.
Nació en 1689 y eligió esa fecha porque le dio la gana, no se sabe a ciencia cierta, pero se rumorea que cuando el médico le dio el palo en el culo él le respondió con un puñetazo que le cortó la respiración. Don Blas eligió esa fecha porque sabía que España lo necesitaba ya que después del tratado de Utrech no sólo nos quitaron los territorios que la Corona Española tenía en Europa y del territorio patrio, Gibraltar y Menorca (nada ha cambiado, Gibraltar sigue siendo inglesa y Menorca ha pasado a ser de los alemanes) sino que las potencias de la época, sedientas de sangre, afilaban sus cuchillos para hincarle el diente a América.
Pronto sintió la llamada del mar pues venía de una gran familia de marinos. En 1701, con 12 años, cuando empezaba a salirle bigote, se embarcó como guardiamarina en la flota francesa, pues a los españoles nos habían dejado sin barcos los descalabros económicos de los últimos Austrias.
Tres años después Blasico, embarcado en un barco de la flota franco-española recibe su bautismo de fuego en la guerra de Sucesión. En Velezmálaga se enfrentan a los angloholandeses y Blas recibe un balazo de cañón que le amputa la pierna izquierda. Aquí tenemos al chaval con quince años que sin hacer un aspaviento, le extirpan los cirujanos la pierna sin anestesia como Arzalluz manda. Esta prueba de vascongadismo le vale a nuestro roqueño muchacho la admiración de la concurrencia y el ascenso a "alférez de bajel de alto bordo" por parte de LuisXIV que no es un rey cualquiera a pesar de ser francés.También se le ofrece ser asistente de cámara de la corte de Felipe V. Evidentemente rechazó estar en la corte pues esas mariconadas no le iban y ambicionaba conocer las artes marineras tanto de la lucha y abordaje como de la pesca del bonito del norte para convertirse en un gran comandante, como lo habían sido todos los Lezo por parte de padre y los Olavarrieta por parte de madre.
Continúa patrullando el Mediterráneo, apresando numerosos barcos ingleses y realizando valientes maniobras con un arrojo impropio. Tanto es así que se le premia permitiendo llevar sus presas a Pasajes para que sus habitantes puedan practicar el corte de troncos con hacha con los mástiles ingleses. Pero enseguida es requerido por sus superiores y en1706 se le ordena abastecer a los sitiados de Barcelona al mando de una pequeña flotilla. Sirviéndose de su aguda inteligencia, astuto cual raposa de los montes Urkiola, realiza su cometido brillantemente, escapa una y otra vez del cerco que establecen los ingleses para evitar el aprovisionamiento. Para ello deja flotando y ardiendo paja húmeda con el fin crear un densa nube de humo que los protegiera. clara evidencia de que los vascos inventaron la bomba de humo, pero además carga «sus cañones con unos casquetes de armazón delgada con material incendiario dentro, que, al ser disparados prendía fuego a los buques británicos» en fin que tenía a los ingleses contentos.
Si creíais que con la pérdida de la pierna iba a quedarse satisfecho estáis todos equivocados. En el sitio de Toulon, en combate con los saboyanos, que luchando eran un poco marranos, la esquirla de un proyectil le reventó el globo ocular izquierdo, pero nuestro Blas aguantó el tirón y siguió en combate, que hace falta tenerlos templados con lo que debe de doler que te revienten un ojo.
Recapitulemos, de momento está cojo y tuerto, cualquiera hubiera pedido no ya pasar a la reserva sino la jubilación anticipada pero Don Blas de Lezo quería el kit completo,¿ a cojo y tuerto que le falta? la solución en el siguiente párrafo.
En 1714, ya en la armada española, bajo las órdenes de Adrés de Pez (que nombre tan marino para un almirante de flota) participa en el segundo asedio de Barcelona. En la contienda una bala de mosquete le inutilizó un brazo, a pesar de lo cual, adivinen ¿se metió en el camarote? no, siguió luchando ya que al fin era feliz pues era tuerto, cojo y manco del lado izquierdo. Había logrado la simetría con sólo veinticinco años.
Esta carnicería corporal, su arrojo en la batalla y su estrategia en el combate le valió su ascenso a oficial de la marina. En esta época su mayor azaña fue capturar al Stanhope, barco que le triplicaba en fuerzas. Mantuvieron un cañoneo hasta que las maniobras de Don Blas lograron colocar su barco a distancia de abordaje. Cuando los ingleses vieron esa manada de cafres unicejos con la bohina calada a rosca solo pudieron decir "Oh my God" y rezar a Dios, el obispo de Canterbury y a su gloriosa majestad para que goods winds los alejara de esa manada de spaniards con el cuchillo entre los dientes. Hay que decir que en aquella época los españoles tenía por fama ser la mejor tropa al abordaje. Ya se sabe que el jaleo, la desorganización y el maricón el último, a los españoles siempre nos ha ido bien. En este abordaje, ¿adivinen que le pasó a Don Blas? Premio, le volvieron a herir.
En 1715 ya repuesto de sus heridas se dirige a reconquistar Mallorca que se rinde sin un solo fogonazo. Menos mal porque con la mala surte que tiene este hombre, con un solo disparo que hubieran lanzado le hubieran dado a él.
Termina la guerra de sucesión y con ella el primer capítulo sobre Don Blas, pero no desesperéis amiguitos pues pronto conoceremos sus aventuras por el Mediterraneo y como luchó con el pirata Bay Hassan.

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